Gracias por marcharte de mi vida,
así, sin avisar,
por la puerta de atrás,
sin hacer ruido,
pareciendo, quizá a tus ojos,
desde luego no a los míos,
un poco cobarde.
Has hecho bien,
porque en esto nuestro,
el cobarde he sido yo
por no haberte echado (de mi vida),
cuando debiera haberlo hecho,
antes de que llegase a hacerte daño,
como creo ha sucedido.
Las cosas son así,
uno nunca entiende
como le vendrá la vida,
por eso es vida,
¡Así es la vida!
disfruta de ella, te deseo:
que no te marches nunca de tu vida.
¡Uf! tiene tela el «poemita». Me gusta mucho.
Noto un poco de rencor?. Un placer leerte.
Mmm… no, no lo creo. Seguramente no se trata más que de una práctica de escritura, no recuerdo si iba dirigido a alguien en concreto.
Gracias por pasar y comentar.
E.J.
Gracias Pura. Como siempre tu paso por aquí supone un estímulo para mí.
E.J.