cuaderno austral (15): pasajes rosarinos I

15

pasajes rosarinos I

(lejos no, ¿o quizá sí?)

Ciudad interior, de ribera, de Pampa.

No es una ciudad cercana; siento,

más bien, que se aleja de sí misma,

que hace por rechazarse como ciudad.

Y el caso es que posee amplias avenidas,

y un racional trazado en cuadrícula

que, para que ocultarlo, me insatisface

por exagerar las distancias.

Eso sí, la ciudad del interior posee

el mayor de los ríos, dicen los rosarinos;

un Paraná dominante, pero sin embargo

simbólico, ignorante de fondeaderos,

de los barcos que lo surcan. Contémplolo

y mi cabeza piensa en las parábolas

que pergeñan naciones, naciones que,

al dilatarse, se diluyen en sus símbolos.

Ciudad de interior y ficcional

(que me disculpen los rosarinos),

sedimento del gran dominador Paraná,

ilusión estragada en la llanura, que aquél

cartografía con dedos de lodo azulado,

para que sus retoños tracen cuadrículas,

localicen plazas, calles y jardines

en cuyo centro erigir estandartes.

Ciudad de interior. Periférica

Rosario, sometida parcela

de una historia desconocida,

aquí traída por quienes inventan

la iconografía de quien coloniza;

y por ello, cómplice de sí misma.

¡Ironías! Y yo que vengo a hallarte

y puede, solo puede, que ya no estés.

2 comentarios

  1. ¡Me encanta! Como pasas, «como si fueran las cuentas de un rosario» por la geografía e historia de la Pampa…

  2. Gracias Pura. A mí me encanta tener una «lectora exclusiva» como tú. como creo que ya he dicho antes, durante aquel viaje tome notas de las que luego salió lo que ha salido… El Impostor es una de ellas, creo que sin ese viaje jamás hubiera escrito dicha novela.
    Salud.

    E.J.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.