cuaderno austral (23): pesadilla

Tunnel

23

pesadilla

Noche larga; sueño lento,

ronroneo de un motor

que rasga la Pampa

en que dormito.

Mas de pronto sucede:

 tritúranse mis ensueños y

como tantas veces, se condensan

en forma de veladura,

por el lado de mi ventanilla

para desdibujar la planicie.

Solo entonces me contemplo,

soy el esbozo reflejado

de un viajero preconocido.

Me acomete el temor:

Inconcreto, recóndito, remoto,

infantil, tenaz, acechante,

agazapado en mis veneros,

en el sencillo razonar

que es la ignorancia.

Indefinida razón en

la noche larga; sueño lento.

Entonces, como para

sortear un fingimiento

que la conciencia desenmascara,

despierto sabiéndome prisionero,

un pasajero más que, medroso

como el resto de pasajeros,

se sabe rehén de un autobús

cuyo motor, ronroneando,

nos retiene en el túnel,

donde somos retorcidos

por el tornillo de las ficciones

que a la realidad consume.

Noche larga y sueño lento,

ruge un motor que rasga la Pampa,

que gobierna a los pasajeros

de este autobús de la inercia.

La pesadilla no concluye,

ni se interrumpe cuando

abro los ojos; allí están

retándome todos,

no falta un solo fantasma

de mi atávico existir.

Pero:

No, no ha sido una ficción,

ni distorsión del espacio,

ni tampoco el túnel

que dilata el tiempo,

que lo ensoñado, en realidad

existía. Hízose la luz

en un taller de carretera.

¡Reparose la avería!

El autobús ruge otra vez y yo,

tras constatar mi liberación,

 me entrego al descanso,

y recorro la Pampa

de una noche larga.

2 comentarios

  1. ¡Vaya! toda una aventura esa » avería», parece que además del bus se te fundieron las meninges. Me gusta-

  2. Uno de los poemas más próximos a la realidad de todos los de la serie que he subido. Efectivamente, desperté en mitad de la noche y en la más completa obscuridad, con el motor del bus al ralentí y sin saber donde. Resultó que nos habían metido en una cochera para arreglar algo. Tras un buen rato proseguimos la ruta y volví a dormirme…
    Gracias por pasar Pura.
    K.

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