Prisionero en su esfera, feliz tal vez, perseverante sin duda, ignorante de la importancia de su empresa, no deja de hacer piruetas para evitar caer. Con gran esfuerzo y tenacidad supera obstáculos, asciende pendientes imposibles, avanza incansable, se para. No, jamás para descansar, lo hace para orientarse: realiza un giro de trescientos sesenta grados calculando a la par volumen y distancia recorrida, vuelve a otear el horizonte. ¡Cuidado, se acerca un intruso! ¡Un ladrón! Un advenedizo que pretende aprovecharse de su esfuerzo. Consigue darle esquinazo. Avanza un poco más y entonces aparece ella. Se detiene en seco. Orgulloso se hace a un lado y le muestra la redondeada bosta. Ella revela su interés y él la invita a encaramarse. Ella acepta y tras un breve escarceo amoroso la hembra clava su oviscapto, hasta lo más hondo de la bolita de estiercol que acaba de regalarle el macho de escarabajo pelotero. La vida gira.
LA VIDA GIRA

¡ Que romantico! sacas belleza hasta de una bola de m…
!Bueno¡, para gustos los colores. Y el animalito sabe bien como enamorar.
Jejeje… Gracias por pasar Pura. Y sí, la vida es así un montón de…, para ser explorada, mareada…
Salud y fuerza.
E.J.
Pues sí, ya ves, al final resulta que de donde hay se saca… jajajaja.
saludos.
E.J.