Cuando el gran poeta Antonio Machado estaba siendo amortajado en su triste final en el exilio, un veintidós de febrero de mil novecientos treinta y nueve, allá en la localidad francesa de Colliure hasta donde sus mermadas fuerzas lo habían llevado, en uno de los bolsillos de su chaqueta aparecieron los versos que se consideran últimos escritos por este andaluz universal. Los he utilizado como título a mi entrada, del mismo modo que incluyo el enlace añadido más abajo; ambos me vienen al pelo, y me explico brevemente: creo que lo mejor de la entrada son las sensaciones que provoca la reflexión machadiana, potenciada con el video montado por mi amigo Raúl Herrera.
El video en cuestión, es un itinerario automovilístico por un Madrid desierto durante los primeros días del confinamiento de este principio de 2020, que Raúl ameniza sabiamente con un tema de «nuestra época»: «Este Madrid»; Leño (1978).
Dicen los pensadores, que determinados sucesos acaecidos en la existencia de cada individuo, se quedan clavados en nuestra conciencia como si se tratasen de hitos, que a su vez actúan de coordenadas para echar mano de recuerdos o, si se prefiere, para dar sentido a nuestra vida. No sé si esto es así exactamente, imagino que cada cual tendrá o echará mano de sus estrategias, pero en mi caso, aquellos últimos días de febrero y primeros de marzo de este dos mil veinte, que a toda costa deseamos hacer lejanos, me sirvieron para reordenar ciertos acontecimientos vividos que, curiosamente, coincidían con el mismo periodo del año que no hace falta mencionar más y que indeseado se presentó para trastocar nuestras ordenadas (o desordenadas) rutinas. Por supuesto, no voy a aburrir a ningún lector con las circunstancias que han jalonado mi itinerario vital; sólo insistir en que, como he hecho yo, os deis un paseo por el Madrid desierto filmado por Raúl. No me canso de visionar el video, me evoca aquéllos y «estos días azules y este sol de la infancia».
E.J.
Éste es el enlace del video:
https://drive.google.com/file/d/1_WSjzI0vSH5Z23TFK8drMWCGrpeb0FxX/view?ts=5edb9ebe
bonita entrada y video impactante como todo lo que nos esta aconteciendo en los últimos tiempos.
Sí Pura. en realidad fue el video lo que me impulsó a escribir la nota. Lo hizo Raúl, un amigo, haciendo «ruta de trabajo» durante los primeros días del confinamiento, días duros ¿verdad?… Bueno, a mí me despertaron muchos recuerdos y sensaciones y el tema de Leño que eligió me parece perfecto. Gracias por pasar, como siempre. Creo que voy a sortear un ejemplar de mi próxima novela entre los visitantes que hayan dejado más de dos comentarios durante los últimos cuatro meses de confinamiento, así es que me parece que ya sé quién se lo lleva… jajaja.
E.J.
Las sensaciones en ocasiones por lo menos a mi me resultaron desalentadoras, verte por esas carreteras yo sola en mi vehículo sin un solo conductor mas, incluso en horas puntas, me dio la sensación de estar en un mundo paralelo, incluso llegue a sentir desasosiego.
Enhorabuena, bonita entrada.
Gracias por pasar y comentar «Eme». No sé…, o sí, pero el caso es que una de las proposiciones de la vida para un servidor, siempre lo han constituido esos detalles del día a día, la experiencia, las sensaciones que una circunstancia y una vivencia deparan en un momento dado. Todo suma ¿no? Sí, creo que sí.
Salud.
E.J.